• 20

    Me presenté al examen organizado por la administración de Parques Nacionales. Es une muy vieja administración, nacional como lo indica su nombre, y no provincial, creada en 1934 por la iniciativa de Ezequiel Bustillos.

    Un pasajero un día me contó :

    « No se vayan, le suplicaba Bustillos a los diputados que estaban saliendo del hemiciclo. ¡ No se vayan ! ! Hay que votar la creación de parques nacionales ! » Un poco más y la ley nunca hubiera existido. Pasó por lo pelos.

     

    Chapitre 20 - Guide du Parc National Nahuel Huapi

    Edificio de la Administración del Parque Nacional Nahuel Huapi en Bariloche

    El examinador no tuvo ninguna indulgencia conmigo. Me mostró una rama seca de arrayán que había perdido su color, y que no reconocí. Me pidió nombrar algunos representantes de la « fauna ictícola exótica». Si conozco una sola palabra de griego, es ésta, ichtus el pez, por el símbolo de los primeros cristianos. ¡ Uf ! Y dále con enumerar las truchas del lago, que, como todo guía debe saber, fueron introducidas por los primeros colonos. El examinador aparentemente se satisfeció con mis respuestas. Obtuve mi credencial de guía del Parque Nacional Nahuel Huapi.

    Pero si quería guíar en otro parque nacional, tenía que pasar de vuelta otro examen para ese otro parque.

    Hay 34 parques nacionales en Argentina, que se extienden sobre casi 4 millones de hectáreas. Sólo representa el 1,5 % de la superficie del país. Pero un país grande...

     

    Y meta a buscar trabajo en las agencias de turismo receptivo. En aquel entonces los teléfonos celulares no existían, había que dar la vuelta a las agencias a la noche, para saber si me necesitaban para el día siguiente. Si me habré aguantado espera y espera, hasta que sus señorías atrás de los mostradores se dignasen soltarme la información de si había algo para mí al otro día. Me acuerdo de un guía, Salvador : entraba en la agencia, se plantificaba en un rincón, boina en mano, y esperaba, cabizbaja, que cayese la frase seca : « Salva, ¡mañana Tronador ! » Lo contrataban más amenudo que a mí.

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  • 21

    En Bariloche, los guías de turismo estaban organizados. Habían creado una « Sociedad de guías », que poseía la personería jurídica. Dicha sociedad estaba a punto de disolverse porque nadie se ocupaba más. Los informes anuales de actividades no estaban más depositados, para hacerla corta, el Tribunal advirtió que la asociación iba a perder la personería jurídica.

    Batimos tambores, fuimos a ver a los guías uno por uno, hicimos reuniones. Rescatamos la personería jurídica in extremis. Los guías me propusieron ser presidenta, seguramente porque había sido la rompe paciencia número uno para lanzar la cosa de vuelta. Decliné la proposición. Me parecía que sería mejor que sea un Argentino. Elegimos entonces a Ana, guía de Murisur, los catamaranes que surcaban el lago Nahuel Huapi todos los días.

     

    Chapitre 21 Le milieu du tourisme

    En aquel tiempo, el puerto estaba a 25 km del centro, en Puerto Pañuelo. El puerto del Centro Cívico de Bariloche, destruído por un « lagomoto » en 1960, todavía no había sido reconstruído.

    La excursión lacustre más preciada iba a una isla del lago, la Isla Victoria, y sobre la orilla de en frente, visitaba el famoso bosque de Arrayanes.

     

    Chapitre 21 Le milieu du tourisme

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  • 22

    Iglesia Turismo, la agencia que me daba trabajo, me pagaba las excursiones terrestres por día, a la tarifa de la Sociedad de Guías. Pero también poseía barcos que realizaban excursiones lacustres. Los guías de los barcos eran empleados y estaban pagados al mes, más las comisiones de lo que podían vender a los pasajeros.

    Esta misma agencia realizaba excursiones a Puerto Blest, en el fondo del lago Nahuel Huapi, donde los pasajeros pasaban el día. Y también tenía la exclusividad del cruce de la frontera con Chile.

    El guía titular del cruce, Sandy, dejó el puesto libre. Ya tenía problemas de salud, los riñones en mal estado. Algunos años más tarde falleció. El riñón que le había dado su señora no había resistido.

     

     

    Chapitre 22 : La traversée au Chili par les lacs

     

     

     

     

     

     

     

     

    Sandy, in mémoriam

     

     

     

     

     

     

     

    Como Iglesia Turismo ya me contrataba para las excursiones terrestres, y que hablaba 3 idiomas, me propusieron el puesto.

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  • 23

    En 1986, el cometa de Halley estuvo paseando un buen rato en el cielo autral. La prensa informó en abundancia, con planos del cielo y horas propicias para observarlo. A pesar del cansancio debido a los horarios dementes de nuestras excursiones, persuadí a Cristina de poner el reloj a las 4 de la mañana para ir a ver esto. Pues nos levantamos, pusimos un pulóver encima del piyama, y salimos a la ruta del Faldeo para examinar el cielo.

    Nada. En mi idea, debía ser grande como en la tapicería de Bayeux, grande como una pelota de fútbol... Buscamos por todos lados, pero nada. Me levanté de vuelta la noche siguiente, pero sola, Cristina quería dormir — « ¡ Dejáte de joder con tu cometa, ni sabés dónde está ! » — para constatar por segunda vez, diario en una mano y linterna en la otra, que el cometa no estaba donde decía el diario.

    Pero enfin, ¡ llegan por aviones enteros para ir a verlo en el desierto en Chile !

    En realidad, no era más grande que una estrella, a simple vista. Entonces, a pesar de estar yo en el hemisferio Sur cuando pasó el cometa de Halley, no lo ví.

    ¡ El primero que se ríe va a tener problemas conmigo !

     

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    24

     

     

    Un par de veces zafé del cruce a Chile, porque llegaban Franceses, y la compañía me mandaba en excursión terrestre.

    Acompañé un día a un grupo de senadores franceses, todos hombres, que fueron a visitar Villa La Angostura, un pueblo en la orilla de en frente, del otro lado del lago.

     

    Chapitre 24 : Le Roi de la Patagonie

    La iglesia de Villa la Angostura

    Allí fue que vivió por un tiempo, en una cárcel dorada, la viuda del General Perón. No Evita, que murió antes que él. Isabel Perón. A la muerte del General, en 1974, fue presidenta de la República, hasta el golpe del 76, de Videla y sus amigos. La encerraron un tiempo en Villa la Angostura, luego la exilaron en España. Los Senadores franceses, al comentarles esto en el camino a Villa La Angostura, quisieron ver la propiedad.

     

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